Mis preguntas

En numerosas ocasiones no somos conscientes de nuestros actos, de cómo puede afectar a la otra persona algo que estoy haciendo, aunque para mí sea una simple broma o un juego. No tenemos en cuenta la forma de ser de esa persona, sus circunstancia, su vida. Por ello, a veces, nos pasamos de esa línea invisible que separa lo divertido de lo excesivo. La vida de un adolescente es una grandiosa montaña rusa, un frente de batalla, un lugar hostil. Nunca sabes la inmensidad con que se vive esa etapa de tu vida hasta que te alejas de ella, y observas como cualquier cosa se magnificaba, cualquier detalle que ocurría se intensificaba y hacíamos una montaña de arena por un simple grano. Nunca tuve ninguna etapa donde esta montaña rusa no parara de bajar hasta las profundidades del océano. Si es cierto que habían días que todo se hacía cuesta arriba debido a algún mal de amores, amistades que nunca solidificaron, discusiones con mi madre o mi padre, problemas que nunca tuvieron por qué serl

Siento que cada nueva entrada es meterme en un berenjenal donde intento dar a conocer mi punto de vista sobre ciertos aspectos que me desagradan o, todo lo contrario, me emocionan. Es el simple hecho que algo me provoca en mí una reacción que suscita un comentario. Hoy, sin duda, voy a introducirme en un gran matorral lleno de espinas debido a la polémica que pudiese provocar en el público, aunque será bienvenido. Pero lo que pretendo con este post, es dar luz a una situación que, de ser totalmente cierta, me resultaría repugnante la facilidad con la que los medios de comunicación están tapando este suceso. Voy a hablar de Chechenia, una república dentro de la Federación Rusa. Se encuentra ubicada en el norte del Cáucaso, cerca del mar Caspio y de Georgia (País). Como se sabe, o espero que ya seáis conocedores, Rusia es un país basado en un régimen comunista, donde no hay, casi, libertad de expresión ni de las clases. Nos encontramos con una sociedad, que a pesar de disfrutar de u

MI PRESENCIA ONÍRICA Me destruyes Me derrumbo Me atormentas Me consumo Me debilito Muero. Me acaricias con la más sutil delicadeza Tu tacto se esfuma en el confluir de la autopista de mi memoria La realidad se distorsiona en mi locura insaciable Como si te conociera, como si me conocieras Sin que te percates de mi presencia, voy caminando por cada rasgo tuyo Yo, sigo en la estación junto a vías oxidadas de la lluvia de anoche El frío me cala, no encuentro donde protegerme Transeúnte sin destino, vagando en una noche de bohemia Imperante ciudad colosal, abruma tanto espacio desierto. Delirios paralelos a tu mirada congelada en un recuerdo que ni sé cual es su génesis Mi mente es capaz de imitarte, te reduzco a un sueño del que fallezco Las olas se llevan mi cadaver El mar borra mi recuerdo, el tuyo, el nuestro, el de nadie. Efímera calidez que desprendiste en aquella implacable sonrisa donde apuñalaste a un joven que muere sin llegar al cielo Permaneceré vag

Me horrorizo ante la presa, los informativos o las entrevistas donde lo único que llego a concebir como conclusión, es el odio que se está generando en el mundo debido a la inminente globalización, que tanto gustó en un principio, pero de la cual se tiene un miedo atroz a lo que pueda provocar. Nos unimos en masa para atacar a la mala gestión de los líderes de nuestras naciones, quienes, no satisfechos con el engaño que han conseguido, nos buscan una diana a donde lanzar nuestros dardos envenenados de odio. Se trata de buscar una víctima (el pueblo) y unos culpables (los inmigrantes), desprotegidos, que únicamente intentan buscar una libertad o un futuro mejor. Los EE.UU. de Trump o la Francia que está gestando Marine Le Pen, han conseguido focalizar todo este miedo hacia la crisis y todo el odio generado por esta, y lo han descargado hacia los "intrusos" que están acabando con su estabilidad económica y su vidas placenteras. Aquí, en esta masa de la sociedad, que se e