LLUEVE
He amanecido con resaca un martes, y ya se que puede parecer raro, pero en Madrid todos los días tienes algún plan, alguna discoteca, algún bar donde poder ir. Ahora mismo estoy en el sofá, pegado a la ventana viendo llover, con una manta calentándome de este frío que un canario no soporta, creo que tengo una estampa perfecta de lo que es un buen día de otoño. He amanecido sólo en el piso, mis compañeras se han ido cada una a hacer sus cosas (una en verdad ni ha vuelto de anoche) y me doy cuenta ahora de la nostalgia que me embriaga, por no tener cerca a mis padres por las mañanas, incluso a mi hermano al lado durmiendo, de saber que mis amigos no están a un par de manzanas al lado, sino a kilómetros de distancia. Sí, a veces se echa en falta, cuando la vida en Madrid, que siempre está en constante ajetreo, se frena en seco una mañana de Octubre y te das cuenta que eso que antes estaba, ahora sigue, pero lejos.
Creo que son en esos momentos de tristeza, en los que más les necesitas, cuando te das cuenta de que los echas de menos. Puede ser injusto, pero es mi realidad (No quiere decir que no piense en ellos ni me acuerde de ellos).
Mi tristeza viene de que ayer te vi, estuvimos bailando toda la noche, como siempre, aunque mejor dicho, con nuestro grupo. No se si te das cuenta de que te evito, pero creo que sí, porque se que tu también me evitas. Quizá sea tu forma de ser, tu forma de pensar, tú, lo que me atraiga, pero sigo sin saberlo y sigo sin poder evitarlo. Y tu sigues sin poder evitar hacerme daño, como me duele que no lo intentes, que te de miedo acercarte, pero me jode más que yo tampoco pueda, creo que ninguno tiene ese coraje. Seremos unos cobardes, yo más que tú. Eres libre de hacer lo que quieras, y eso me mata todavía más, tu libertad. Ayer no supe muy bien lo que sucedió, pero estabas con esas chicas y nunca logré entender que ocurrió luego, pero todos te vitorearon y tu volviste triunfante, yo jodido, huí, y no quise saber nada más, porque como digo, soy un cobarde.
A veces me da la sensación de que me imagino todo, y me imagino que todos son mis rivales, que todos son tus ligues, que te los has ligado a todos y que sólo quedo yo, porque me evitas. Ayer, más tarde, te vi con otro chico y me volví a imaginar lo peor, pero luego me di cuenta de que justamente no estaban enrollándose, y no se si lo notaste, pero sonreí nada mas darme cuenta.
Que estúpido me siento, y aún más escribiendo esto, pero cuando escribo todos mis pensamientos, parecen que tienen un poco más de sentido que dentro de mi cabeza, que cada día esta menos cuerda.
Madrid, sigue atrapándome, que yo no pongo resistencia.
Saludos.
-Marcos
Creo que son en esos momentos de tristeza, en los que más les necesitas, cuando te das cuenta de que los echas de menos. Puede ser injusto, pero es mi realidad (No quiere decir que no piense en ellos ni me acuerde de ellos).
Mi tristeza viene de que ayer te vi, estuvimos bailando toda la noche, como siempre, aunque mejor dicho, con nuestro grupo. No se si te das cuenta de que te evito, pero creo que sí, porque se que tu también me evitas. Quizá sea tu forma de ser, tu forma de pensar, tú, lo que me atraiga, pero sigo sin saberlo y sigo sin poder evitarlo. Y tu sigues sin poder evitar hacerme daño, como me duele que no lo intentes, que te de miedo acercarte, pero me jode más que yo tampoco pueda, creo que ninguno tiene ese coraje. Seremos unos cobardes, yo más que tú. Eres libre de hacer lo que quieras, y eso me mata todavía más, tu libertad. Ayer no supe muy bien lo que sucedió, pero estabas con esas chicas y nunca logré entender que ocurrió luego, pero todos te vitorearon y tu volviste triunfante, yo jodido, huí, y no quise saber nada más, porque como digo, soy un cobarde.
A veces me da la sensación de que me imagino todo, y me imagino que todos son mis rivales, que todos son tus ligues, que te los has ligado a todos y que sólo quedo yo, porque me evitas. Ayer, más tarde, te vi con otro chico y me volví a imaginar lo peor, pero luego me di cuenta de que justamente no estaban enrollándose, y no se si lo notaste, pero sonreí nada mas darme cuenta.
Que estúpido me siento, y aún más escribiendo esto, pero cuando escribo todos mis pensamientos, parecen que tienen un poco más de sentido que dentro de mi cabeza, que cada día esta menos cuerda.
Madrid, sigue atrapándome, que yo no pongo resistencia.
Saludos.
-Marcos
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