MADFUNFEST
Tanto ayer como hoy acudí al Madfunfest en Madrid, el festival que ha realizado Samsung para congregar a todos los youtubers e influencers de España donde hacían actuaciones de música, entretenimiento o de moda.
La organización en general tuvo algún defecto, aunque también se le debe perdonar por el hecho de que es la primera vez que realizan un festival de este estilo. El más considerable fue el hecho de la poca información que se dio y la poca participación de la gente, ya que el escenario no se llenó ni mucho menos, siendo casi todas las butacas vacías, y la gente que se encontraba ahí se le ofreció bajar a la zona de pista para llenarla entera y que disfrutaran mejor, ya que estaba a la mitad.
Los puestos de comida, pues normales sin destacar ninguno en particular. Lo que más gusto seguramente (a mi en particular me gustó) fue la zona de realidad virtual que te ofrecía disfrutar Samsung. Tenías varios puestos de miedo, en el que te simulaban estar en una casa del terror, y luego tenias otro en el que te simulaban estar en una montaña rusa y te ponían en un asiento en el que giraba los 360º para darle mayor veracidad a la simulación.
Darle un buen reconocimiento a la facilidad para que los más jóvenes pudieran asistir al evento, debido a que la mayoría de los que se encontraban allí eran fans de edades muy tempranas, juntos con sus padres, muchos de ellos felices de verles a ellos disfrutar con sus ídolos, y alguno que otro un poco harto de algo que para ellos no entenderían como los espectáculos de gameplayers de la altura del Rubius o Mangel, entre otros, o los consejos de belleza que te ofrecían las numerosas influencers.
Ahora os voy a contar algo personal que me pasó a mi anoche, y que sinceramente me marcó mucho más que el propio festival.
Al acabar el dj set de Rubenangel sobre la 1:00, tuve que coger el metro, única alternativa a esas horas en Madrid, que me dejó a unos 50 minutos de mi piso. Tuve que recurrir a google maps (como no) para poder llegar, lo que no sabía google maps es que me llevó por calles un poco impactantes de ver.
Caminando por una de estas, empecé a atisbar varias hogueras pequeñas por toda la calle, en principio pensé que podría ser alguna acto de vandalismo, pero luego me fije que en cada una de estas diminutas hogueras se encontraban prostitutas, y entonces que caí en la cuenta de que lo hacían tanto para calentarse en las noches frías de Madrid debido a las prendas tan cortas que se deben de poner. Vi lo denigrante que era su situación, viendo como pasaban los coches lleno de personas sedientas de un revolcón. Pero lo más frustrante fue ver como un chulo de ellas se paraba con el coche y le tiraba un trozo de madera a una de ellas para que se calentara.
Sí, es un trabajo más, que debe de tener el mismo, por no decir mayor, reconocimiento que cualquier otro trabajo. Verlas a todas ellas anoche me ha dado a pensar que tengo suerte de poder tener mi edredón recién comprado, mi estufa provisional y mi techo que me resguarda.
Te impacta, sí, pero te das cuenta que es esa su vida, que es eso lo que tienen que llevar, y que no sabes si de verdad están ahí por su propia voluntad o son explotadas. La situación para ambas es difícil, pero la trata de explotación de las mujeres no tiene cavidad alguna en el respeto, en la humidad de las personas, eso no era humano, esas condiciones no.
Saludos.
-Marcos
La organización en general tuvo algún defecto, aunque también se le debe perdonar por el hecho de que es la primera vez que realizan un festival de este estilo. El más considerable fue el hecho de la poca información que se dio y la poca participación de la gente, ya que el escenario no se llenó ni mucho menos, siendo casi todas las butacas vacías, y la gente que se encontraba ahí se le ofreció bajar a la zona de pista para llenarla entera y que disfrutaran mejor, ya que estaba a la mitad.
Los puestos de comida, pues normales sin destacar ninguno en particular. Lo que más gusto seguramente (a mi en particular me gustó) fue la zona de realidad virtual que te ofrecía disfrutar Samsung. Tenías varios puestos de miedo, en el que te simulaban estar en una casa del terror, y luego tenias otro en el que te simulaban estar en una montaña rusa y te ponían en un asiento en el que giraba los 360º para darle mayor veracidad a la simulación.
Darle un buen reconocimiento a la facilidad para que los más jóvenes pudieran asistir al evento, debido a que la mayoría de los que se encontraban allí eran fans de edades muy tempranas, juntos con sus padres, muchos de ellos felices de verles a ellos disfrutar con sus ídolos, y alguno que otro un poco harto de algo que para ellos no entenderían como los espectáculos de gameplayers de la altura del Rubius o Mangel, entre otros, o los consejos de belleza que te ofrecían las numerosas influencers.
Ahora os voy a contar algo personal que me pasó a mi anoche, y que sinceramente me marcó mucho más que el propio festival.
Al acabar el dj set de Rubenangel sobre la 1:00, tuve que coger el metro, única alternativa a esas horas en Madrid, que me dejó a unos 50 minutos de mi piso. Tuve que recurrir a google maps (como no) para poder llegar, lo que no sabía google maps es que me llevó por calles un poco impactantes de ver.
Caminando por una de estas, empecé a atisbar varias hogueras pequeñas por toda la calle, en principio pensé que podría ser alguna acto de vandalismo, pero luego me fije que en cada una de estas diminutas hogueras se encontraban prostitutas, y entonces que caí en la cuenta de que lo hacían tanto para calentarse en las noches frías de Madrid debido a las prendas tan cortas que se deben de poner. Vi lo denigrante que era su situación, viendo como pasaban los coches lleno de personas sedientas de un revolcón. Pero lo más frustrante fue ver como un chulo de ellas se paraba con el coche y le tiraba un trozo de madera a una de ellas para que se calentara.
Sí, es un trabajo más, que debe de tener el mismo, por no decir mayor, reconocimiento que cualquier otro trabajo. Verlas a todas ellas anoche me ha dado a pensar que tengo suerte de poder tener mi edredón recién comprado, mi estufa provisional y mi techo que me resguarda.
Te impacta, sí, pero te das cuenta que es esa su vida, que es eso lo que tienen que llevar, y que no sabes si de verdad están ahí por su propia voluntad o son explotadas. La situación para ambas es difícil, pero la trata de explotación de las mujeres no tiene cavidad alguna en el respeto, en la humidad de las personas, eso no era humano, esas condiciones no.
Saludos.
-Marcos
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