VEROS CRECER

Me encontraba en un estado de ausencia, egoístamente preocupado solo ante mis problemas. Mi vida se seguía sumiendo en el caos y en el desastre, intentaba no perderme y seguir manteniéndome a flote en una barca que no podría aguantar mucho más la tempestad que azotaba mi día a día.
No me di cuenta, pero os vi nacer. Erais la calma, la paz después de todo el jaleo que me desarmó por completo. Un sol de primavera que no incomoda pero es lo justo para mantenerte cálido. Creo que en ese entonces, ni siquiera ustedes os dabais cuenta de aquello tan bonito que empezó a surgir.
Huyendo del pánico que aterraba sus pensamientos, remordimientos que te estaban persiguiendo, encontraste un refugio donde mantenerte a salvo, donde se te comprendía.
Un comienzo casual, sin intención de llegar a más, pero que sin duda, a día de hoy, esa fuerza que desprenden sigue en aumento, cada vez con más intensidad.
Miradas cómplices que os echabais, sin saber porque motivo lo hacíais. Una unión que fue enredándose en ese pilar fundamental que os sujetaba. Ninguna comprendía lo que de verdad se cocía, quizás porque cuando eres tú la persona que está viviendo eso, no te das cuenta de la situación, ya que tu campo de visión es unidireccional. Sin embargo, yo, atento espectador, tenia un sitio privilegiado, donde era partícipe en un segundo plano de vuestra nueva amistad.
A veces, las cosas surgen por que sí, no todo tiene una explicación racional, no todo se basa en cálculos. Lo bonito está en dejarse llevar, donde la corriente te deje, y si tus sentimientos dictan que debes de hacer algo, tienes que serles fiel, y a ti mismo.
No tenéis prisa, vais disfrutando del recorrido, charlando, riéndose, con total naturalidad. Experimentan ambas el nuevo mundo que están descubriendo, probando cosas nuevas, que a lo mejor te gustan, o a lo mejor no tanto como pensabas. Admiro como mundos tan distintos, al fucionarse, crean algo nuevo totalmente revolucionario, y de cosas tan dispares, surgen algo tan perfectamente adaptado a sus mundos.
Pero no hay que pensar que lo que os cuento es una preciosa película romántica de Hollywood, donde todo es idílico, y siempre termina bien. No. Esto es algo mucho más real, con más magia. Donde las chispas surgen de la nada, iluminan un sendero donde ya no había luz, donde todo se había sumido en la completa oscuridad.
Yo seguiré observando y disfrutando de el comienzo de algo tan maravilloso, que no sabré si acabará pronto, si será un completo desastre, o simplemente una imaginación mía, fruto de mis ansias por tener una historia con un comienzo tan natural.
Saludos.
-Marcos

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