CALL ME BY YOUR NAME
No me suele gustar recomendar una película, un libro o una serie a mis amigas o amigos, y mucho menos si lo hago por aquí, pero a veces llegan las excepciones, y hoy estoy de enhorabuena, porque será una de esas veces. Sin embargo, he de reconocer que me encanta que me recomienden, y sobre todo cuando aciertan. Pues lo curioso es que lo que vengo a sugerir, me lo aconsejó una amiga previamente.
En plena época de exámenes, y a un día antes de la convocatoria a uno de ellos, una amiga me recomendó que viese la película Call me by your name, estrenada recientemente y a la espera de estrenarse en España. Mi amiga me dijo que era una película aclamada entre los premios más importantes y que era una clara candidata a las nominaciones de los Oscars (hasta el 23 de Enero no sabremos nada). Además me advirtió de que me iba a gustar mucho porque era de mi estilo, según ella. Pues bien, acertó. Es más, ha acertado tanto que no me la quito de la cabeza, de verdad, esta película es demasiado buena.
Call me by your name, o su traducción a "Llámame por tu nombre" es una película sencilla, sin grandes complicaciones de grabación, de un cine independiente muy estilizado, de buena calidad fotográfica y unos paisajes increíbles. Pero lo magnífico ante tanta sencillez y belleza es la historia, una historia de amor ambientada en la década de los 80 en Italia, en un pueblo idílico que me recuerda a los paisajes de la Toscana. Un amor de verano, de esos breves pero intensos.
Los protagonistas son:
- Eliot, hijo de una familia de mezcla franco-italo-estadounidense que veraniega todos los años en su casa de Italia. Le gusta la música, toca el piano, lee, pero sigue siendo un adolescente rebelde. Su familia es muy acomodada y muy educada. Junto con su hermana, su padre y su madre pasan las vacaciones con los amigos del pueblo, y nos adentran en el verano italiano con las fiestas en las plazas del pueblo, los baños en el lago y el río, las tardes bajo la sombra de un árbol en el jardín de tu casa, los recorridos largos con la bici, etc. Lo peculiar de esta familia, es que suelen alquilar una de las habitaciones de la casa para algún estudiante o turista que decida pasar ahí las vacaciones. Aquí es donde entra en acción el segundo gran protagonista de esta historia.
- Oliver, es un estudiante que finaliza sus estudios, y como viaje de fin de grado, ha acabado en este recóndito pueblo italiano, y pasará las vacaciones en esta habitación de alquiler.
Es un amor, que como ya digo, es realista. Me siento tan identificado con Eliot, de como se va enamorando sin saber muy bien como, y en qué momento surgió. Las fases por las que se va transformando este personaje las ha vivido yo, y es tan extraño pero placentero dejarse llevar por lo desconocido, que asusta pero excita.
Y como buena historia de amor, sufriremos, eso lo aseguro. Un amor de verano es algo tan intenso de sentir, pero se hace tan corto, tan precipitado, que nos deja siempre con la incertidumbre de qué pasara cuando la estación acabe, cuando las vacaciones que nos dejan ser libres nos vuelvan a llevar a la realidad de la rutina, ¿Estará esa persona formando parte de esa rutina? ¿O será ese verano el único recuerdo que pueda tener?
Es tan duro recordar todo lo vivido, todo lo sentido, y pensar que nunca más volverá, que se acabó. Toda la intensidad que te ha llevado al éxtasis, termina con la última brisa del verano.
Además de todo el sentimentalismo que esta película transmite, reivindica el papel de la homosexualidad, la normalización de las historias de amor en el cine son vitales, y más cuando se hace un buen trabajo, se premia y se hace famoso. Pero quiero decir, sin hacer ningún spoiler, que para mí el papel más reivindicativo de la película se lo lleva el padre del joven, Eliot, que nos sorprenderá ante una actitud que aplaudo, y que se debería de tomar de ejemplo, no digo nada más.
Por último, decir que es tan fuerte el sentimiento que me ha unido a esta película, que como el friki que soy me he puesto a ver entrevistas de los dos protagonistas, Timothée Chalamet y Armie Hammer, y se he acabado viendo un vídeo recopilatorio de las mejores escenas de ambos bajo la canción de Lana del Rey Summertime Sadness. Llorera asegurada.
P.D: Quería acabar diciendo que no entiendo la crítica que he estado leyendo sobre esta película donde afirman que promulga la normalización de la pederastia. Espero que cuando veáis el film os deis cuenta de que el joven tiene 17 años, no 13, que siempre es bajo su consentimiento, y la familia estando al tanto de todo. Entiendo que en estas épocas todo es muy sensible y todo puede ser influyente, pero creo que debemos dejar a un lado esa visión sobre este largometraje, y centrarnos en el verdadero mensaje que lanza: el amor entre dos personas.
Saludos.
-Marcos
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