ELLAS PARAN Y EL MUNDO SE PARA 8M
Tras la resaca de todo lo vivido ayer, me propongo analizar cuáles son los resultados y las conclusiones que se pueden sacar. Todo un logro histórico que difícilmente se pueda olvidar ante la multitud de mujeres (medios internacionales hablan de alrededor de 4 millones de personas en toda España) que salieron a las calles a manifestar la situación que viven hoy en día. Pero no sólo la manifestación fue un rotundo éxito, una batalla vencida, sino que la huelga que se realizó durante todo el día también consiguió parar, por un día, la vida cotidiana de los españoles, para darnos cuenta de que si ellas paran, todo se para.
El 8 de Marzo del año pasado ya habíamos asistido a grandes cambios en el día de la mujer trabajadora. La manifestación que se había convocado en Madrid reunió a casi 500.000 personas, y por primera vez, España se dio cuenta de la fuerza de las mujeres, pero sobre todo, del feminismo. Las mujeres ya no querían que se las felicitase por ese día, querían reivindicar sus derechos (o más bien su falta de ellos). Hablaban del techo de cristal o brecha salarial, de la gran desigualdad de hombres y mujeres en los trabajos, en los sueldos, en las pensiones. Visibilizaban las violaciones de género, el maltrato del hombre. Trataban de poner en el punto de mira al machismo y sus graves consecuencias, y además mostrar que el machismo no sólo está presente en la agresión física o verbal del hombre, sino en la vida cotidiana de la sociedad. Por todo esto, se volvió a luchar ayer. Por todo esto y más injusticias que la mujer tiene que soportar. Obviamente no lo digo yo, que soy un hombre, sino todas mis compañeras o amigas que me evidencian lo que sufren continuamente.
El año pasado se consiguió abrir un hueco en este día, que a partir de ahora, cobrará un nuevo sentido. Ya no es el día de felicitaciones, es el día de huelga y manifestaciones, de la mujer. Ella es la que lidera, la que hace huelga, la que grita en este día, y el hombre es que debe de ayudar y aportar cualquier cosa que ellas necesiten. El hombre deberá entender que no es su día, que no es el protagonista. Pero todavía queda mucho por aprender.
Como ya digo, esto es un proceso en el que cada año se va aprendiendo de los errores, para conseguir hacer de este día un ejemplo de cómo debe ser la sociedad el resto del año. Si bien el 8 de Marzo de 2017 mucha gente acudió a la calle con banderas de otros colectivos o de sindicatos, se pidió para este año respeto y priorizar la bandera y símbolos feministas. Otros errores que también se han intentado solucionar en la manifestación son los gritos tránsfobos, donde no se incluye a la mujer trans, o el respeto de los hombres que acuden a la manifestación en las zonas no mixtas. Son cosas que hay que intentar cambiar poco a poco. Estamos en los primeros años donde se está dando la magnitud tan bestial de esta manifestación, y creo que cuando concurran un par de años, todo esto ya estará aprendido (O eso espero).
Lo que sí se ha conseguido es superar el número de personas que han salido a la calle. Millones de personas han apoyado a la mujer en su día combativo en todas las ciudades de nuestro país. Riadas de gente con colores morados y negros ocupaban las principales arterías de Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga, Murcia, Bilbao y de casi todas las provincias de España. Esto significa algo, y es que las mujeres están obteniendo conciencia de la mala e injusta situación que continúan viviendo. Significa que el hombre se da cuenta de que los altos mandos y las autoridades, compuestas por casi la totalidad de hombres, no están igualando la balanza. Los hombres están empezando a despertar de la realidad machista en la que viven y en la que oprimen a la mujer, quizás sin darse cuenta, o quizás no...
Queda un camino muy largo, y anoche a pesar de la multitud que avanzaba y avanzaba, y nunca veía final ni principio (Así me sentía yo en medio de todas), se cometieron muchos errores donde no se representa el feminismo. No lo digo yo, sino varias de mis amigas que se encuentran en asociaciones feministas. Durante la huelga y la manifestación se sucedieron diversos comportamientos, los cuales no voy a especificar, que incluso provocó que los bloques no mixtos tuvieran que acabar el recorrido en sol, no en Plaza España donde lo hicieron las demás.
Me repito, queda mucho por aprender, pero sólo se aprende si se escucha, se respeta, se comprende y se intenta llegar a un interés común: la victoria del feminismo.
Saludos.
-Marcos
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